La hernia hiatal es una afección común en la que una parte del estómago se desplaza hacia el tórax a través de una abertura en el diafragma, el músculo que separa la cavidad torácica del abdomen. Esta condición puede ser silenciosa durante mucho tiempo, pero cuando aparecen los síntomas, suele manifestarse como reflujo gastroesofágico, ardor, dolor en el pecho y dificultad para tragar. Aunque muchos asocian estos síntomas con problemas digestivos menores, es crucial no subestimarlos, ya que una hernia hiatal no tratada puede desencadenar complicaciones graves, como úlceras, sangrado o incluso estrangulación de la hernia en casos severos.
Existen diversas causas detrás de la hernia hiatal, desde la predisposición genética hasta el aumento de presión abdominal por obesidad, embarazo o esfuerzo excesivo. Para cada paciente, el tratamiento puede variar, abarcando desde ajustes en la alimentación y cambios en el estilo de vida, hasta soluciones quirúrgicas en los casos más avanzados.
A continuación, te proporcionaremos información detallada sobre qué es una hernia hiatal, sus causas, síntomas, métodos de diagnóstico y las opciones de tratamiento que mejor se adaptan a tu caso. Te invitamos a conocer cómo puedes mejorar tu calidad de vida si padeces de hernia hiatal y qué pasos seguir para prevenir complicaciones.
¿Qué es una Hernia Hiatal?
La hernia hiatal es un trastorno en el que parte del estómago se desplaza hacia el tórax a través de una pequeña abertura en el diafragma, llamada hiato esofágico. Esta abertura es por donde normalmente pasa el esófago, conectando la boca con el estómago. Cuando el hiato se debilita o agranda, permite que una porción del estómago se desplace hacia la cavidad torácica, creando la hernia hiatal.
Este desplazamiento puede alterar el funcionamiento normal del esfínter esofágico inferior, el anillo muscular que actúa como una válvula entre el esófago y el estómago. Esta válvula se encarga de evitar que los ácidos gástricos regresen al esófago, por lo que cuando se ve afectada, se puede desarrollar reflujo gastroesofágico y acidez frecuente, uno de los síntomas más molestos de la hernia hiatal.
Tipos de Hernia Hiatal:
Hernia Hiatal Deslizante: Este es el tipo más común de hernia hiatal. Se presenta cuando la unión entre el esófago y el estómago se desliza hacia arriba y se introduce en la cavidad torácica. En general, esta clase de hernia hiatal es más pequeña y suele asociarse a síntomas leves como acidez o reflujo. Muchos pacientes no experimentan síntomas evidentes hasta que la condición progresa.
Hernia Hiatal Paraesofágica: Aunque es menos común, es más seria que la hernia deslizante. En este caso, una porción del estómago se desplaza hacia arriba y se coloca junto al esófago, quedando atrapada fuera de su posición normal. Esto no suele causar reflujo, pero puede llevar a complicaciones graves como el estrangulamiento, donde el flujo de sangre al estómago queda comprometido. Este tipo de hernia puede requerir cirugía urgente.
Aunque muchas personas con hernia hiatal no experimentan síntomas graves, otros pueden sufrir de acidez frecuente, dificultad para tragar, sensación de plenitud y dolor en el pecho. En los casos en que los síntomas se vuelven crónicos o interfieren con la vida diaria, es fundamental buscar un diagnóstico médico adecuado.
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¿Por qué ocurre la Hernia Hiatal?
- Envejecimiento: Con el tiempo, el diafragma tiende a debilitarse, lo que puede hacer más probable que una hernia hiatal se desarrolle.
- Aumento de presión en el abdomen: Situaciones como el embarazo, la obesidad, el esfuerzo al levantar objetos pesados, o toser de manera crónica pueden generar presión adicional en el abdomen, facilitando el desplazamiento del estómago hacia el tórax.
- Predisposición genética: Algunas personas nacen con un diafragma más grande de lo normal o con una predisposición genética a desarrollar hernias.
Causas y Factores de Riesgo de la Hernia Hiatal
La hernia hiatal puede desarrollarse por diversas razones, y aunque en algunos casos su origen es incierto, existen factores que aumentan significativamente el riesgo de padecer esta condición. A continuación, te explicamos las principales causas y los factores de riesgo asociados:
Causas Principales de la Hernia Hiatal
Debilidad en los músculos del diafragma: A medida que envejecemos, los músculos de nuestro cuerpo, incluido el diafragma, tienden a debilitarse. Esta debilidad puede hacer que la abertura por donde el esófago pasa hacia el estómago (hiato esofágico) se agrande, permitiendo que el estómago se desplace hacia el tórax. Este es uno de los factores más comunes en la aparición de la hernia hiatal.
Aumento de la presión abdominal: Cualquier situación que cause un aumento de la presión dentro del abdomen puede contribuir a la formación de una hernia hiatal. Las siguientes circunstancias pueden generar este aumento de presión:
- Obesidad: El exceso de peso ejerce una mayor presión sobre el abdomen, aumentando la posibilidad de que se forme una hernia.
- Embarazo: El crecimiento del útero durante el embarazo genera una presión adicional en el abdomen.
- Esfuerzos físicos extremos: Levantar objetos pesados de manera constante o realizar ejercicios que demanden gran esfuerzo abdominal pueden provocar el desplazamiento del estómago.
- Estreñimiento crónico: El esfuerzo al evacuar genera un aumento de presión abdominal, lo que puede contribuir a que el estómago se desplace hacia arriba.
- Tos crónica o severa: Las personas que padecen de tos persistente debido a enfermedades respiratorias como el asma, bronquitis crónica o tabaquismo también están en mayor riesgo de desarrollar una hernia hiatal.
Lesiones o cirugías previas: Traumatismos o cirugías en el área del diafragma pueden debilitar el hiato esofágico y permitir que el estómago se desplace hacia el tórax.
Predisposición genética: En algunos casos, la hernia hiatal puede estar relacionada con una predisposición hereditaria. Las personas nacidas con un hiato esofágico más grande de lo normal tienen mayor probabilidad de desarrollar esta condición.
Factores de Riesgo que Aumentan la Probabilidad de Hernia Hiatal
Aunque la hernia hiatal puede afectar a cualquier persona, ciertos factores aumentan la posibilidad de desarrollarla:
Edad avanzada: La mayoría de las personas que desarrollan hernia hiatal tienen más de 50 años. El envejecimiento causa un debilitamiento natural en los músculos del diafragma, lo que facilita la aparición de hernias.
Obesidad: El exceso de peso corporal aumenta significativamente el riesgo de desarrollar hernia hiatal debido a la presión constante que se ejerce sobre el abdomen.
Tabaquismo: Fumar no solo contribuye al debilitamiento de los músculos del diafragma, sino que también puede irritar el esófago y agravar los síntomas de la hernia hiatal.
Sexo: Las mujeres son más propensas a desarrollar hernia hiatal que los hombres, en parte debido a los cambios hormonales y la presión abdominal que ocurre durante el embarazo.
Condiciones médicas: Enfermedades crónicas como el asma, la bronquitis o el enfisema pueden incrementar la tos y, por lo tanto, la presión sobre el diafragma, aumentando el riesgo de hernia.
Factores de Estilo de Vida
Ciertos hábitos y condiciones de vida pueden contribuir a la aparición de la hernia hiatal. Algunos de ellos incluyen:
Hábitos alimenticios poco saludables: Comer en exceso, o realizar comidas grandes y pesadas, puede aumentar la presión en el estómago y facilitar el desarrollo de una hernia hiatal.
Falta de ejercicio: La inactividad puede debilitar los músculos abdominales, lo que facilita que el estómago se desplace hacia arriba.
Esfuerzos al levantar objetos: Levantar cargas pesadas sin utilizar una técnica adecuada incrementa la presión en el abdomen, generando el riesgo de hernia.
Síntomas de la Hernia Hiatal
La hernia hiatal puede presentarse de manera silenciosa en muchas personas, especialmente si es pequeña, por lo que es común que algunos pacientes no experimenten síntomas evidentes. Sin embargo, cuando la hernia es más grande o si está asociada con otras afecciones como el reflujo gastroesofágico, los síntomas pueden volverse molestos e incluso debilitantes. A continuación, detallamos los síntomas más comunes y cómo identificar si podrías estar sufriendo de una hernia hiatal.
Síntomas comunes de la hernia hiatal:
Síntoma | Descripción |
---|---|
Acidez Estomacal (Pirosis) | Sensación de ardor en el pecho, especialmente después de comer o al acostarse. |
Reflujo Gastroesofágico | Retorno de los ácidos del estómago hacia el esófago, generando acidez. |
Dolor en el Pecho | Dolor detrás del esternón, que puede confundirse con problemas cardíacos. |
Dificultad para Tragar (Disfagia) | Sensación de que los alimentos se quedan atascados al pasar por el esófago. |
Sensación de Plenitud o Hinchazón Abdominal | Sentirse lleno rápidamente después de comer pequeñas cantidades de comida. |
Eructos Frecuentes o Regurgitación | Expulsión de aire o regurgitación de alimentos o líquidos ácidos hacia la boca. |
Náuseas y Vómitos | Episodios de náuseas y, en raros casos, vómitos. |
Sensación de Ardor en la Garganta o Mal Aliento | Irritación en la garganta debido al reflujo, que genera ardor y mal aliento. |
Complicaciones Graves (Hernias Paraesofágicas) | En casos graves, el estómago puede quedar atrapado, cortando el suministro de sangre, lo que requiere atención médica urgente. |
Es importante resaltar que los síntomas de la hernia hiatal pueden empeorar con ciertas actividades, como inclinarse hacia adelante, levantar objetos pesados o acostarse inmediatamente después de comer. Si experimentas estos síntomas de manera recurrente, es recomendable consultar a un especialista para obtener un diagnóstico adecuado y definir el tratamiento más efectivo
Diagnóstico de la Hernia Hiatal
El diagnóstico de la hernia hiatal puede ser complejo, ya que los síntomas pueden confundirse fácilmente con otros problemas digestivos, como el reflujo gastroesofágico o incluso con problemas cardíacos. Sin embargo, existen varias pruebas y estudios que los especialistas utilizan para detectar de manera precisa la presencia de una hernia hiatal. A continuación, te explicamos los métodos más comunes para su diagnóstico.
- Endoscopia Digestiva Alta: Es uno de los procedimientos más utilizados para diagnosticar la hernia hiatal. Durante este estudio, el médico introduce un tubo flexible con una cámara diminuta por la boca hasta el esófago y el estómago. Esto le permite visualizar directamente el interior del esófago y el estómago, lo que facilita la detección de la hernia y la evaluación del estado del tejido esofágico.
- Radiografía con Bario: El paciente ingiere una solución de bario, una sustancia que recubre las paredes del esófago y el estómago, lo que permite que estos órganos se vean claramente en las radiografías. Detecta el desplazamiento del estómago hacia el tórax y observar si hay obstrucciones o anomalías en la forma del esófago.
- Manometría Esofágica: Es una prueba que se utiliza para medir la función del esófago, específicamente la coordinación y la fuerza de las contracciones musculares al tragar. También mide la presión que ejerce el esfínter esofágico inferior, la válvula que se encuentra entre el esófago y el estómago.
- pH-metría Esofágica: En casos donde el principal síntoma es el reflujo gastroesofágico, los médicos pueden recomendar una pH-metría esofágica. Este estudio mide la cantidad de ácido que regresa del estómago al esófago durante un período de 24 horas. Se coloca una pequeña sonda a través de la nariz hacia el esófago, que registra los niveles de acidez mientras el paciente realiza sus actividades diarias. Este examen ayuda a determinar la severidad del reflujo y si está directamente relacionado con la hernia hiatal.
- Pruebas Complementarias: Si hay sospecha de complicaciones graves como un estrangulamiento de la hernia o problemas adicionales en el estómago o el esófago, pueden solicitarse estudios adicionales como tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM). Estas pruebas ofrecen imágenes detalladas de los órganos internos y son especialmente útiles para casos complejos o difíciles de diagnosticar.
Tratamientos para la Hernia Hiatal
El tratamiento para la hernia hiatal depende de la gravedad de los síntomas y del tipo de hernia. En muchos casos, las personas pueden controlar los síntomas con cambios en el estilo de vida y medicamentos, mientras que, en casos más graves, puede ser necesario recurrir a una intervención quirúrgica. A continuación, te presentamos las principales opciones de tratamiento:
Tratamientos no quirúrgicos
Cambios en el estilo de vida:
- Evitar alimentos irritantes: Reducir el consumo de alimentos que favorecen el reflujo, como comidas grasosas, picantes, chocolate, cafeína y alcohol.
- Comer porciones pequeñas: Comer en cantidades moderadas y con más frecuencia puede aliviar la presión sobre el estómago y reducir los síntomas.
- No acostarse después de comer: Se recomienda esperar al menos dos o tres horas antes de acostarse tras una comida para evitar el reflujo ácido.
- Elevación de la cabeza al dormir: Dormir con la cabeza elevada puede prevenir que el ácido estomacal regrese al esófago.
Medicamentos:
- Antiácidos: Ayudan a neutralizar el ácido estomacal y proporcionan un alivio rápido de la acidez.
- Bloqueadores H2: Reducen la producción de ácido en el estómago, controlando los síntomas del reflujo.
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP): Estos medicamentos son más potentes y bloquean la producción de ácido a largo plazo, ayudando a sanar el revestimiento del esófago.
Tratamientos quirúrgicos
Si los tratamientos no quirúrgicos no logran controlar los síntomas o si la hernia hiatal es de tipo paraesofágica (que puede conllevar complicaciones graves), es posible que se recomiende la cirugía.
- Funduplicatura de Nissen:
- Este procedimiento quirúrgico consiste en envolver la parte superior del estómago alrededor del esófago, lo que ayuda a reforzar la válvula entre el esófago y el estómago, evitando el reflujo.
- Cirugía mínimamente invasiva (laparoscópica):
- En algunos casos, la cirugía puede realizarse de forma mínimamente invasiva, utilizando pequeñas incisiones. Esto permite una recuperación más rápida y menos molestias postoperatorias.
- Cirugía para hernia paraesofágica:
- En casos de hernia hiatal paraesofágica, donde una parte del estómago se desplaza hacia el tórax, puede ser necesaria una cirugía más compleja para reposicionar el estómago y reparar el diafragma.
Es importante que el tratamiento sea personalizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. El Dr. Santiago Gómez, especialista en cirugía de la obesidad y tratamientos para trastornos digestivos, realiza evaluaciones exhaustivas para determinar el mejor plan de tratamiento para cada caso de hernia hiatal.
Recuperación Después de la Cirugía de Hernia Hiatal
La cirugía para la hernia hiatal suele realizarse mediante técnicas mínimamente invasivas, como la laparoscopia, lo que facilita una recuperación más rápida y con menos complicaciones. Sin embargo, es esencial que los pacientes sigan cuidadosamente las indicaciones médicas para garantizar una recuperación completa y minimizar el riesgo de recurrencia de la hernia.
A continuación, te explicamos las etapas y recomendaciones para la recuperación postoperatoria después de la cirugía de hernia hiatal.
Fase | Descripción |
---|---|
Inmediatamente después de la cirugía | Control del dolor postoperatorio, náuseas y movilización temprana. |
Dieta líquida | Alimentos líquidos o suaves como caldos y purés en los primeros días. |
Alimentos blandos | Alimentos suaves como puré, compotas, y yogurt, una semana después. |
Reintroducción gradual de alimentos sólidos | Comienza a introducir alimentos sólidos en pequeñas cantidades, bajo supervisión médica. |
Actividad física | Evitar levantar objetos pesados durante al menos 4-6 semanas. Mantenerse activo con caminatas leves. |
Cuidado de las incisiones | Mantener las incisiones limpias y secas. Seguir instrucciones médicas para retirar puntos o grapas. |
Síntomas de alerta | Consultar al médico si hay dolor severo, fiebre, dificultad para respirar, o vómitos persistentes. |
Tiempo estimado de recuperación | La recuperación completa toma de 4 a 6 semanas, pero las actividades ligeras se pueden retomar antes. |
Prevención y Cuidados para la Hernia Hiatal
Aunque en muchos casos la hernia hiatal no se puede prevenir debido a factores como la edad o la predisposición genética, existen medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollarla o controlar los síntomas si ya ha sido diagnosticada. Los cambios en el estilo de vida y algunos hábitos saludables juegan un papel clave en la prevención y el manejo de esta afección.
- Mantén un peso saludable: El exceso de peso en el abdomen aumenta la presión sobre el estómago y el diafragma, elevando el riesgo de hernia hiatal. Sigue una dieta balanceada, evita grasas y realiza ejercicio regularmente.
- Evita comidas copiosas e irritantes: Comer en exceso o consumir alimentos picantes, fritos, chocolate, cafeína, alcohol o bebidas carbonatadas agrava el reflujo y los síntomas. Opta por porciones pequeñas y evita estos irritantes.
- No te acuestes después de comer: Espera al menos dos horas antes de acostarte tras una comida y eleva la cabecera de la cama para prevenir el reflujo ácido.
- Evita esfuerzos físicos intensos: Levantar objetos pesados o hacer ejercicios que aumentan la presión abdominal puede empeorar la hernia. Aprende técnicas de levantamiento y evita flexiones abdominales intensas.
- Mantén una postura adecuada: Sentarse y estar de pie con la espalda recta reduce la presión abdominal. Usa una silla ergonómica y haz pausas para moverte durante el día.
- No uses ropa ajustada: La ropa apretada en el abdomen aumenta la presión sobre el estómago. Opta por ropa holgada y cómoda.
- Deja de fumar: Fumar empeora los síntomas al afectar el esfínter esofágico inferior. Dejar de fumar mejora tanto los síntomas de hernia como la salud general.
- Controla el estrés: El estrés agrava los síntomas digestivos. Técnicas como el yoga, la meditación o la respiración profunda pueden ayudar a aliviar el estrés y los síntomas.
la prevención de los síntomas de la hernia hiatal se basa en un conjunto de buenos hábitos que incluyen mantener un peso saludable, evitar comidas copiosas e irritantes, y adoptar una postura adecuada. Si ya has sido diagnosticado con una hernia hiatal, estos cambios en el estilo de vida también pueden ser esenciales para controlar los síntomas y mejorar tu calidad de vida.
La hernia hiatal es una afección que puede causar síntomas molestos, como reflujo ácido, acidez y dificultad para tragar. Si bien no siempre presenta síntomas graves, es importante identificarla a tiempo y seguir un tratamiento adecuado. Los cambios en el estilo de vida, como mantener un peso saludable, evitar alimentos irritantes y no acostarse inmediatamente después de comer, son esenciales para prevenir y manejar esta condición. En casos más graves, la cirugía puede ser necesaria. Consultar con un especialista como el Dr. Santiago Gómez es fundamental para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado que te permita llevar una vida más cómoda y sin molestias.
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Dieta y Estilo de Vida para Personas con Hernia Hiatal
Adoptar una dieta adecuada y realizar ciertos cambios en el estilo de vida son aspectos fundamentales para controlar los síntomas de la hernia hiatal. Aunque la cirugía o los medicamentos pueden ser necesarios en algunos casos, muchas personas logran reducir significativamente el reflujo gastroesofágico, la acidez y otros síntomas molestos mediante ajustes en su alimentación y hábitos diarios.
A continuación, te explicamos qué cambios puedes hacer en tu dieta y estilo de vida para manejar mejor la hernia hiatal:
Recomendaciones Dietéticas
- Comidas más pequeñas y frecuentes: Comer grandes cantidades de alimentos en una sola comida puede aumentar la presión en el estómago, agravando el reflujo. Opta por comer porciones más pequeñas a lo largo del día. Intenta hacer entre 5 y 6 comidas pequeñas en lugar de 2 o 3 comidas grandes.
- Evita los alimentos que empeoran el reflujo: Algunos alimentos pueden relajar el esfínter esofágico inferior o aumentar la producción de ácido estomacal, lo que puede empeorar los síntomas de la hernia hiatal. Evita o limita: Alimentos grasos o fritos. Bebidas con cafeína como el café, té o refrescos. Alimentos picantes o ácidos como los cítricos y el tomate. Chocolate. Alcohol, especialmente vino y cerveza.
- Alimentos recomendados: Los alimentos ricos en fibra y bajos en grasas son ideales para mejorar la digestión y reducir la acidez. Algunas opciones recomendadas incluyen: Verduras de hojas verdes. Avena y cereales integrales. Proteínas magras como pollo, pavo y pescado. Frutas no ácidas como bananas, manzanas, y peras.
- Mastica bien los alimentos: Comer rápido puede hacer que tragues aire junto con los alimentos, lo que aumenta la presión en el estómago y puede provocar reflujo. Mastica lentamente y disfruta cada bocado para mejorar la digestión y reducir el riesgo de acidez.
- Evita acostarte después de comer: Acostarse inmediatamente después de comer puede provocar que el ácido estomacal fluya hacia el esófago, lo que genera acidez. Es recomendable esperar al menos dos o tres horas después de una comida antes de recostarse.
- Hidratación adecuada: Beber suficiente agua a lo largo del día es importante para facilitar la digestión y prevenir el estreñimiento, que puede aumentar la presión abdominal. Sin embargo, evita consumir grandes cantidades de líquidos durante las comidas, ya que esto puede aumentar la presión en el estómago.
¿Puede Regresar la Hernia Hiatal Después de la Cirugía?
Una de las preocupaciones más comunes entre las personas que se someten a una cirugía para la hernia hiatal es la posibilidad de que la condición regrese. Aunque la cirugía para reparar la hernia hiatal, como la fundoplicatura de Nissen o la reparación laparoscópica, tiene un alto índice de éxito, siempre existe un riesgo de que la hernia hiatal pueda reaparecer.
El riesgo de recurrencia depende de varios factores, incluyendo el tipo de cirugía, el cumplimiento de las recomendaciones postoperatorias, y ciertos factores individuales del paciente. A continuación, explicamos qué puedes hacer para reducir este riesgo y qué esperar en caso de que la hernia regrese.
Riesgo de Recurrencia de la Hernia Hiatal
Aunque la mayoría de los pacientes experimentan una mejoría significativa después de la cirugía, en algunos casos, la hernia hiatal puede regresar. Según estudios médicos, entre el 5% y el 15% de las personas que se someten a una cirugía pueden experimentar una recurrencia de la hernia en los años siguientes al procedimiento.
Entre las razones más comunes para que la hernia regrese se incluyen:
Debilidad en los tejidos
La debilidad en los músculos del diafragma, que es una de las causas más comunes de la hernia hiatal, puede volver a desarrollarse con el tiempo, incluso después de una cirugía exitosa y bien realizada.
Factores de presión intraabdominal
El aumento prolongado de la presión en el abdomen por factores como la obesidad, el estreñimiento crónico o levantar objetos pesados puede hacer que el estómago se desplace de nuevo hacia el tórax.
Tensión física después de la cirugía
Realizar actividades físicas extenuantes o no seguir las indicaciones postoperatorias adecuadas puede aumentar considerablemente el riesgo de que la hernia hiatal vuelva a aparecer tras la cirugía.
Preguntas frecuentes sobre Hernia Hiatal
La hernia hiatal ocurre cuando una parte del estómago se desplaza hacia el tórax a través de una abertura en el diafragma, conocida como hiato esofágico. Esta condición puede causar reflujo gastroesofágico, acidez y otros síntomas digestivos.
Los síntomas más comunes incluyen acidez, reflujo gastroesofágico, dolor en el pecho, dificultad para tragar (disfagia) y, en algunos casos, regurgitación de alimentos o líquidos. Algunas personas pueden no experimentar síntomas.
La hernia hiatal puede ser causada por el envejecimiento, que debilita los músculos del diafragma, el aumento de la presión abdominal debido al sobrepeso, el embarazo, el estreñimiento crónico, o levantar objetos pesados. También puede haber una predisposición genética.
No, la cirugía no siempre es necesaria. Muchas personas pueden controlar los síntomas mediante cambios en la dieta, el estilo de vida y con medicamentos. La cirugía suele recomendarse solo en casos graves o cuando los tratamientos conservadores no son efectivos.
Las opciones de tratamiento incluyen cambios en la dieta y el estilo de vida, como evitar comidas copiosas y alimentos irritantes, y medicamentos como antiácidos e inhibidores de la bomba de protones. En casos más graves, la cirugía puede ser necesaria para reparar la hernia.
La cirugía es necesaria si los síntomas no mejoran con tratamientos no quirúrgicos, si hay una hernia paraesofágica (con riesgo de estrangulación), o si el paciente experimenta complicaciones graves, como dificultad severa para tragar o daño en el esófago.
Sí, el ejercicio moderado es beneficioso, especialmente para mantener un peso saludable, lo que puede reducir los síntomas de la hernia hiatal. Sin embargo, se deben evitar los ejercicios que impliquen levantar objetos pesados o que ejerzan presión sobre el abdomen.
Para evitar que la hernia hiatal empeore, es importante mantener un peso saludable, evitar comidas copiosas, no acostarse inmediatamente después de comer, elevar la cabecera de la cama si sufres de reflujo nocturno, y evitar el tabaquismo y el alcohol.
Sí, aunque la cirugía tiene una alta tasa de éxito, en algunos casos la hernia puede reaparecer, especialmente si no se siguen las recomendaciones postoperatorias, como evitar levantar objetos pesados o mantener un peso saludable.
Aunque muchas personas con hernia hiatal no presentan síntomas graves, puede causar complicaciones serias como esófago de Barrett, úlceras esofágicas, o una hernia paraesofágica estrangulada, que es una emergencia médica. Es importante buscar tratamiento si los síntomas empeoran.
Certificaciones Médicas
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