Reflujo Gastroesofágico

La acidez ocasional o pirosis es común y no reviste mayor importancia. La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico en cambio es un trastorno crónico que implica complicaciones potencialmente graves.

Sí, el estrés puede empeorar los síntomas al aumentar la producción de ácido del estómago y relajar el esfínter esofágico inferior

Alimentos picantes, grasosos, cítricos, cebollas, ajos, café, gaseosas, chocolate y alcohol suelen exacerbar los síntomas.

Sí, el reflujo fisiológico del bebé generalmente desaparece después del primer año de vida sin necesidad de tratamiento.

En el 90-95% de casos la cirugía antirreflujo es permanente y resuelve el problema de forma definitiva. En un pequeño porcentaje podría requerir una segunda intervención.  

Sí, actualmente la técnica quirúrgica de elección es la funduplicatura de Nissen por vía laparoscópica, de mínima invasión.

Algunas alternativas son el vinagre de manzana, el jengibre, la melisa, la menta y evitar comer inmediatamente antes de acostarse.

Cualquier persona puede desarrollar Reflujo Gastroesofágico, pero existen grupos con mayor riesgo tienden a ser las personas con Sobrepeso u Obesidad, mujeres embarazadas, las personas con hernia de hiato, los pacientes con enfermedades que debiliten el esfínter esofágico como esclerosis sistémica o diabetes mellitus y las personas con dietas ricas en grasas, picantes, chocolate, cafeína o bebidas carbonatadas. También es más frecuente en adultos de mediana edad o mayores, aunque puede ocurrir a cualquier edad.

Sí, el Reflujo Gastroesofágico no controlado durante muchos años puede provocar cáncer, especialmente cáncer de esófago. Esto ocurre debido al daño crónico de la mucosa por el ácido, que con el tiempo genera alteraciones celulares cancerosas.

El principal mecanismo es a través del esófago de Barrett, que son cambios precancerosos en las células de revestimiento del esófago inferior expuesto al ácido gástrico de forma continuada. Se estima que el riesgo de desarrollar adenocarcinoma sobre un esófago de Barrett es 30 veces mayor respecto a la población general.

Por esto, el adecuado control del reflujo con medicación o cirugía es crucial para prevenir complicaciones potencialmente mortales como el cáncer de esófago asociado al reflujo crónico no tratado. 

Aunque no hay un gen específico identificado, se sabe que existe cierta predisposición genética al Reflujo Gastroesofágico en algunas familias. Algunos estudios sugieren que hasta el 20-30% de casos de reflujo grave podrían tener un componente hereditario. Esto se relacionaría con alteraciones sutiles en la motilidad esofágica o disfunción del esfínter esofágico inferior determinadas genéticamente.

No obstante, los principales factores de riesgo ambientales y conductuales siguen desempeñando el papel más importante en el desarrollo del Reflujo Gastroesofágico en la mayoría de individuos. Pero en aquellas personas con antecedentes familiares, la influencia genética podría aumentar la susceptibilidad.